“En cuanto al año, no caben dudas: 1919. Los muchachos no sabían qué hacer y decían que en la ciudad no había un alma, porque algunos amigos ya estaban veraneando. Salcedo convino en que el Parque Japonés quedaba cerca. Agregó:
-Será cosa de ponerse el rancho e ir en fila india, buscando la sombra.
-¿Están seguros de que en el Parque Japonés funciona el Nóumeno? -preguntó Arribillaga.
Carlota dijo que sí. El Nóumeno era un cinematógrafo unipersonal, que por entonces daba que hablar, aún en las noticias de policía.
(…)
“Entraron en el Parque Japonés. Arturo advirtió con cierto alivio que nadie se apuraba por llegar al Nóumeno. Lo malo es que no era el único peligro. También estaba la Montaña Rusa. Para sortearla, propuso el Water Shoot, al que subieron en un ascensor. Desde lo alto de la torre, bajaron en un bote, a gran velocidad, por un tobogán, hasta el lago. Pasaron por el Disco de la Risa, se fotografiaron en motocicletas Harley Davidson y en aeroplanos pintados en telones y, más allá del teatro de títeres, donde tres músicos tocaban Cara sucia, vieron un quiosco de bloques de piedra gris, en papier maché, que por la forma y por las dos esfinges, a los lados de la puerta, recordaba una tumba egipcia”.
-Será cosa de ponerse el rancho e ir en fila india, buscando la sombra.
-¿Están seguros de que en el Parque Japonés funciona el Nóumeno? -preguntó Arribillaga.
Carlota dijo que sí. El Nóumeno era un cinematógrafo unipersonal, que por entonces daba que hablar, aún en las noticias de policía.
(…)
“Entraron en el Parque Japonés. Arturo advirtió con cierto alivio que nadie se apuraba por llegar al Nóumeno. Lo malo es que no era el único peligro. También estaba la Montaña Rusa. Para sortearla, propuso el Water Shoot, al que subieron en un ascensor. Desde lo alto de la torre, bajaron en un bote, a gran velocidad, por un tobogán, hasta el lago. Pasaron por el Disco de la Risa, se fotografiaron en motocicletas Harley Davidson y en aeroplanos pintados en telones y, más allá del teatro de títeres, donde tres músicos tocaban Cara sucia, vieron un quiosco de bloques de piedra gris, en papier maché, que por la forma y por las dos esfinges, a los lados de la puerta, recordaba una tumba egipcia”.
Detalle del texto
Título | Nóumeno |
Autor | Adolfo Bioy Casares |
Fecha | - |
Fuente | Historias desaforadas, 1986. |
Créditos | - |
Zona | De Puerto Nuevo a Ex Ciudad Deportiva |
Tema | Recreación |
Medio | Texto literario |
Categoría | Diversión |
Etiquetas
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